Por Víctor Barrera
A pesar de que ya pasaron cuatro años de esta administración federal, la forma en la cual se lleva el rumbo económico sigue siendo algo que no alcanzamos a comprender.
Primero prometieron crecimientos económicos superiores al 6 por ciento por año, que colocaría al país como uno de los más fuertes no solo en el continente americano sino a nivel mundial, algo que no ha sucedido, por diversas circunstancias, pero principalmente por las malas decisiones aplicadas durante la pandemia y la poca reactivación del mercado interno.
Ahora este gobierno envío una iniciativa para reformar la ley presupuestaria y con ello tener la oportunidad de obtener una mayor cantidad de recursos para aplicar en su estrategia económica.
Esta modificación en el Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FIEP), que aprobaron la semana pasada los diputados federales y que posiblemente no modificaran los senadores permite al gobierno federal mayor flexibilidad para hacerse de recursos económicos.
Algunos inmediatamente pensaron en que el gobierno echaría mano de los recursos existentes en los fondos del IMSS, del ISSSTE y las Afores, pero afortunadamente no se puede hacer porque esto requiere de modificaciones a la ley y Morena no cuenta con los votos suficientes para realizar esos cambios.
Sin embargo, deja entrever que, en la próxima administración federal, de obtener mayoría absoluta en el Congreso de la Unión, podría hacerse realidad estos cambios de Ley.
Mientras tanto, estas modificaciones permiten al gobierno federal depositarle a este FIEP efectivo o bonos del gobierno para que pueda beneficiarse de los intereses que se genere y en un algún momento poder venderlos para obtener liquidez sin afectar el presupuesto o el tope de endeudamiento autorizado que va en casi el 50 por ciento del PIB nacional.
La pregunta es, ¿de dónde sacará el gobierno federal para comprar estos bonos?, que por supuesto estarán destinados principalmente a financiar las mega obras que aún no se concluyen.
También permite cuestionar que hizo el gobierno federal actual, con los 300 mil millones de pesos que se tenían en los fondos y fideicomisos que servían precisamente para evitar desestabilizar el presupuesto federal, recursos que fueron ahorrados durante décadas y que en tan solo tres años desparecieron, Provocando con ello que los apoyos que se destinaban para mucha gente ya no llegaran y con ello cayeran en un nivel de pobreza.
La respuesta es que estos recursos están en las mega obras, que han costado más allá de lo presupuestado, y que para concluirla se necesitara una cantidad similar a los recursos invertidos hasta ahora.
Esto nos lleva a concluir que por eso le urge a Morena repetir en el Poder Ejecutivo, para concluir esas obras, porque de lo contrario, si existe un cambio de régimen, la nueva administración posiblemente empezaría una auditoria a las obras y estarían en serios problemas muchos de los funcionarios que han acompañado al tabasqueño en este régimen denominado la 4T.
Esto dejaría un sexenio perdido, pero también como el más opaco que hemos tenido en los últimos años.