Por Víctor Barrera
El coordinador de la bancada mayoritaria en la cámara de diputados, Ignacio Mier Velazco, expresó que en esta semana podría discutirse la propuesta de Reforma Electoral en comisiones unidas de Puntos Constitucionales y Reforma Política-Electoral.
La intención es establecer un órgano electoral que garantice un país democrático, donde los integrantes de este órgano sean garantes de un sistema político donde el pueblo elige.
Algo que suena verdaderamente razonable, en el sentido de que se respete el voto de los ciudadanos, de manera libre y secreto, que no sean los partidos políticos a través de la copta del voto, sea por dinero o a cambio de regalos quienes en verdad alinean las votaciones.
Sin embargo, esto difícilmente ocurrirá si recientemente se aprobó una modificación a leyes electorales para establecer que el Instituto Nacional Electoral (INE), no puede retener más del 25 por ciento de las ministraciones mensuales que corresponden a partidos políticos por concepto del pago de multas a infracciones por ellos cometidas.
Es decir que los partidos políticos podrán seguir realizando violaciones constantes a las leyes electorales, con la confianza que la sanción que reciban no será mayor a lo acordado, es decir tan mínima que no dolerá el pago de sanciones.
Mier Velazco asegura que será la ciudadanía quien elija a los consejeros electorales, esto significa que se tendrá que hacer un gasto más para llevar a cabo los comicios para este fin, por lo que la promesa de que el Instituto electoral será menos oneroso queda rebasada.
También se asegura, en voz del secretario de gobernación, Adán Augusto López, que esta reforma será aprobada porque se mantiene un acuerdo político con el PRI, esto significa que seguirán siendo los partidos políticos quienes en verdad seguirán siendo parte y juez del instituto electoral.
Tanto para el Movimiento de López Obrador y sus partidos aliados el obtener un Instituto electoral que este a las órdenes del presidente en turno, es algo largamente acariciado y posiblemente esto podría hacerse realidad en los próximos meses.
Pero además esto se dará a través de disminuir de manera importante la alianza de la oposición, para evitar el próximo año algún sobresalto en los comicios estatales a celebrase.
La reforma electoral es objetivo pendiente de Andrés Manuel López Obrador para poder cobrar, lo que sufrió en años anteriores y que le impidieron a sumir el puesto público que ahora detenta.
Para el tabasqueño la única democracia real será la que se emita con un Instituto electoral nuevamente sujeto a los designios del poder ejecutivo, donde los ciudadanos no contaran y el voto popular seguirá siendo solo una frase.
El Instituto Nacional Electoral ha sido, hasta el momento, la institución que ha organizado, vigilado y calificado las elecciones que en los últimos 22 años nos han dado cambo importantes de quien asume el poder Ejecutivo.
Por lo tanto si se pretende hacer alguna reforma deberá estar encaminada a prevalecer la verdadera democracia, donde se sancione de manera importante las violaciones de los partidos políticos y se evite la compra del voto o la coacción del mismo Si para López Obrador, Mier Velazco y sus aliados el INE no ha sido un garante de la democracia, significa que su triunfo tampoco salió de la misma.
El INE ha logrado elecciones creíbles, ejemplares, libres de fraudes electorales para garantizar estabilidad política y paz social. Su modelo organizativo se trata aplica en muchos países del mundo.
Los partidos políticos están obligados a evitar su destrucción y a revisar con racionalidad y objetividad los efectos de aprobar una reforma que de entrada parte de un pacto político, donde nuestro futuro democrático se intercambia por inmunidad.