Por Víctor Barrera
Es probable que en los próximos días se apruebe, en la cámara de diputados la extensión del periodo de permanencia de las Fuerzas Armadas para atender la seguridad pública, algo que para morena es un triunfo político ante sus adversarios ya divididos.
Sin embargo, se espera que esta extensión de tiempo en verdad sirva para que la Guardia Nacional y las policías estatales y municipales puedan fortalecerse, no solamente en el número de integrantes de cada una, sino también en la capacitación para enfrentar los delitos que día con día se cometen en el país y que, hasta el momento, a pesar de la permanencia de las Fuerzas Armadas en las calles, siguen cometiéndose y lo peor es que se incrementan.
Esto muestra que mientras no exista una política pública que establezca estrategias para un trabajo coordinado entre las policías de los tres órdenes de gobierno, de nada servirá aprobar algo que ya existe pero que no está funcionando.
Sin embargo, López Obrador si logro un objetivo importante que es seguir minando la fuerza de una alianza opositora que fortalecida podría tener la capacidad de derrotar en el 2024 a la candidata o candidato del partido guinda.
López Obrador entiende que las excusas de cada día, de mirar en el retrovisor y acusar a los opositores, los fifí, la clase media, los médicos, los intelectuales, los padres de niños con cáncer, las feministas, los periodistas, los científicos y todo aquel que no piense igual que él, de detener el avance de su denominada 4T, ya no son tan útiles en su cuarto año de ejercerla titularidad del poder Ejecutivo.
Que existe una gran posibilidad de que nuevamente el hartazgo de la gente se presente, por la falta de resultados reales positivos, porque por más que sus “corcholatas”, sean vitoreadas por los acarreados, el porcentaje de votos no serán los suficientes para ganar la presidencia. Entonces dividir el voto de la oposición es la mejor manera de ganar. Apuesta a que la división social que ha logrado desde el primer día que asumió la titularidad del poder Ejecutivo, sea ese elemento indispensable para su objetivo de continuidad.
Lo que AMLO, aún no ha tomado en cuenta es que en México el denominado voto útil, es aquel que da el triunfo o lo quita, y que este voto útil es mucho mayor al voto duro de cualquier partido político. Que no es un voto que se concentre en una ideología, sino que piensa y analiza los resultados y propuestas, que lo mismo le ha dado el triunfo al PAN, al PRI y ahora a Morena.
Pero AMLO insiste en triunfar bajo la presión a sus adversarios políticos, de sacar sus “trapos sucios” y ensuciarlos aún más, pero sobre todo de la compra del voto, sea a través de programas sociales o de un pago directo al momento de votar.
El 2024 aun esta distante, pero es el momento preciso para que la oposición verdaderamente organice una estrategia política cercana a la sociedad y no solo de cúpulas políticas. Donde la inclusión de la sociedad sea lo principal, que la gran parte de los candidatos electos a puestos públicos sean emanados de la sociedad y no los políticos de siempre. De lo contrario el fracaso es seguro.
La oposición tiene a su favor que las “ocurrencias” de AMLO lo están llevando al desencanto popular, Pero tiene en contra la codicia personal de algunos de sus integrantes. Hay tiempo suficiente para limpiar su imagen y erradicar esos malos elementos, el reto es que lo hagan.