Por Víctor Barrera
La narrativa de Andrés Manuel López Obrador llego a su fin y realmente ya no hay nada más que pueda comunicar para intentar sorprender a la población, que posiblemente empieza a ser más analítica y observa que en estos cuatro años, no ha existido un avance en el país, más allá de las obras inconclusas.
Ayer durante la presentación de su cuarto informe de gobierno solo existe en la imaginación del tabasqueño y de quien o quienes realizaron la recopilación de datos para conformar este informe, lleno de imaginación y escasos hechos.
Hablo de sus obras como si fueran la panacea para sacar a millones de mexicanos de la pobreza y pobreza extrema en que han caído. Aseguro que el avance de estas obras ha otorgado fortalecimiento al país, cuando ha sido todo lo contrario, los billones de pesos que supuestamente se ahorraron, fueron aplicados en estas obras que, repito, siguen inconclusas y se tendrán que aportar cantidades similares para terminarlas.
Esto significara que millones de mexicanos se mantengan sin un sistema de salud suficiente para no solo realizar consultas básicas, sino también para proveer de medicamentos necesarios para aliviar sus enfermedades.
López Obrador prometió un sistema de salud similar al de Dinamarca y por ello desapareció el Seguro Popular, que atendía a más de 17 millones de personas y creo el Insabi que no termina de arrancar.
Aun cuando ha reconocido que una obra como la refinería Olmeca de Dos Bocas en Tabasco ha empezado a ser un lastre muy pesado, se ha obcecado en terminarla. Condenando a los mexicanos a seguir en austeridad, a que otros sectores sufran recortes presupuestales que impidan el desarrollo industrial, la autosuficiencia alimentaría y lo peor una educación encaminada a solo ser una evangelización ideológica.
El daño a las escuelas y a la educación es alto, pero tampoco es perceptible, porque nadie revisa la política educativa y la situación de la infraestructura que poco mantenimiento se le otorga.
López Obrador presume que millones de mexicanos reciben pensiones y apoyo, pero no resalta que son insuficientes y los mantiene en la línea de la pobreza.
Aseguro que ahora la corrupción ha sido disminuida, sin embargo, no señalo que la que se mantiene es más voraz que la anterior y que hace más daño.
Afortunadamente una gran mayoría de mexicanos está comprendiendo que las promesas de López Obrador, solo fueron eso y que es necesario poner un alto a un régimen que pretende continuar, pero que no ofrece nada a cambio.
Es necesario cortar de tajo a ese tipo de administraciones que mienten y piensa que la gente no entiende, porque de lo contrario se enquistaran más de 50 años, siguiendo la vieja ruta de aquellos que supuestamente combatió, porque la corrupción, las mentiras y la falta de honestidad hicieron mucho daño al país.
El informe dado a conocer ayer nos muestra que nada ha cambiado y que mentir, puede permitir robar y que la falta de honestidad hace que los corruptos de la noche a la mañana aparezcan como los nuevos millonarios.