Bombardeos israelíes contra la franja de Gaza dejaron ayer al menos 15 muertos, entre ellos una niña de cinco años y un dirigente de la organización Yihad Islámica, así como 75 heridos, por lo que milicianos palestinos dispararon unos 100 cohetes contra territorio atacante pero sin causar daños a Israel.
El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, Aviv Kochavi, ordenó a sus militares que entren en “estado de emergencia” tras el inicio de una operación de bombardeo contra objetivos en el enclave palestino.
El ejército de Tel Aviv anunció que trasladará a la brigada Golani y al cuerpo blindado a la frontera de Gaza y llamará a 25 mil reservistas ante una posible agravamiento de la situación, informó el diario Haaretz.
Israel llevó a cabo dos series de bombardeos con pocas horas de diferencia y confirmó la muerte de 15 personas a quienes identificó como “combatientes de la Yihad Islámica”. Aseguró que los ataques fueron contra sitios de fabricación de armas.
El primer ministro israelí interiåno, Yair Lapid, indicó que la operación obedeció a “una amenaza inmediata”. La presidencia palestina, con sede en Ramalá, Cisjordania, condenó “la agresión”. El enviado de la Organización de Naciones Unidas para Medio Oriente, Tor Wennesland, se dijo “profundamente preocupado” en un comunicado, y expresó temer “una escalada muy peligrosa”.
Fuentes sanitarias de Gaza informaron que entre los 15 muertos hay una mujer de 23 años, además de la menor de cinco; y al menos 75 heridos, pero no diferenciaron entre civiles y combatientes.
Yihad Islámica confirmó el deceso de Tayseer Jabari alias Abu Mahmud, uno de sus líderes.
Las Brigadas Al Quds, el brazo armado de Yihad Islámica, informó haber lanzado más de 100 proyectiles contra ciudades israelíes tras el bombardeo de Tel Aviv.
En Israel sonaron las alarmas en varias localidades del sur cuando se dispararon los cohetes palestinos, pero no reportaron víctimas ni daños. Fuentes militares informaron que fueron 70 los proyectiles disparados desde Gaza, de los cuales 11 cayeron en el enclave palestino mientras los restantes fueron interceptados por el escudo antimisiles israelí o descendieron en regiones deshabitadas.
“Este gobierno tiene una política de tolerancia cero ante cualquier intento de ataque (…) desde Gaza. Israel no se quedará de brazos cruzados mientras haya quienes intenten dañar a sus civiles, no está interesado en un conflicto más amplio en Gaza, pero tampoco rehuirá uno” indicó Lapid. La tensa situación pone a prueba al premier interino, quien ocupará el cargo hasta las elecciones de noviembre, en las cuales espera conservar el puesto. Tiene experiencia como diplomático, pero su preparación en materia de seguridad es escasa.
Tras los comicios de marzo de 2021, el ex actor y conductor de noticieros formó un gobierno de rotación con el anterior primer ministro, Naftali Bennet. Acordaron que Lapid asumiría como premier en 2023, pero la coalición se rompió en junio pasado, por lo que adoptó el puesto de manera interina.
La ofensiva israelí se produjo tras la detención el lunes, en Cisjordania, del líder de Yihad islámica, Basem Saadi. Tel Aviv se preparó para posibles ataques de represalia desde Gaza por lo que el martes cerró todos los pasos fronterizos, e impidió el paso a miles de gazatíes que trabajan en territorio israelí.
El de ayer es el peor enfrentamiento entre Israel y Gaza desde la guerra de 11 días de mayo de 2021, que dejó 260 muertos en el lado palestino, incluidos combatientes, y 14 muertos en Israel.
Entre ambos se han librado cuatro guerras y varias batallas menores en los recientes 15 años.
Tras la guerra del año pasado, Gaza sufrió una devastación generalizada, la mayor parte de la población está en la pobreza y su tasa de desempleo es de 50 por ciento. Israel y Egipto impusieron un bloqueo terrestre, aéreo y marítimo al territorio palestinos desde hace tres lustros.