Por Víctor Barrera
La inflación a en el mundo mantiene un nivel elevado. En México está ya se ubicó en 8.16 por ciento en la primera quincena del mes de julio, y de no actuar de manera rápida esta se podría ubicar al final del año por encima del 9 por ciento y quizás alcanzar los dos dígitos
Es cierto que estos resultados, en la mayoría de los países se explican por una serie de sucesos productos de la pandemia de Covid en 2019 y después por los cuellos de botella resultado de cierre de puertos y menor capacidad en embarcaciones y transporte carretero por las restricciones que impuso la pandemia. A esto se le suma la menor producción de mercancías por las medidas de distanciamiento social y por falta de personal debido a las sucesivas olas de contagio
A esto se sumó la invasión de Rusia a Ucrania, que afecto directamente en el precio de los granos y cereales, así como fertilizares, también del petróleo y gas.
Todo esto repercutió en el mundo y en México, ante falta de políticas públicas para fortalecer los sectores productivos, se tradujo en una menor capacidad de producción., dejando como resultado la caída de más del 8 por ciento de nuestra economía en el 2020.
Esta caída económica, la cual no se ha podido recuperar, ha dejado otros problemas como lo es un mercado con un déficit de 1.4 millones de empleos respecto a los que se observarían hasta antes del 2018, además de que las condiciones laborales que se mantienen críticas sobre todo porque los ingresos salariales no cubren los gastos totales de las familias en México
Los niveles de inflación son preocupantes, en particular en los alimentos pues son las familias de menores ingresos las que dedican un mayor porcentaje de su ingreso a adquirirlos.
Y aun cuando el Banco de México ha aplicado de manera correcta su política monetaria, la parte del gobierno federal, para hacer que el flujo de capitales sea en una mayor cantidad de sectores productivos no ha sido la adecuada, mientras que López Obrador insiste en terminar con sus obras insignia, otros sectores productivos carecen de recursos para reaccionar ante las necesidades de abastecimiento.
Esto es señal de que a este gobierno federal le interesa poco mejorar la calidad de vida de los mexicanos y para evitar señalamientos sobre lo poco que hace para ir bajando la presión inflacionaria, se remite a señalar que los factores más preocupantes provienen del exterior.
Es por ello que resulta aventurado manifestar que la inflación bajara en los próximos y lo más probable es que estos niveles de inflación podrían mantenerse hasta mediados del 2023, siempre y cuando las circunstancias externas puedan ir resolviendo este problema a nivel mundial.
Por Víctor Barrera
La inflación a en el mundo mantiene un nivel elevado. En México está ya se ubicó en 8.16 por ciento en la primera quincena del mes de julio, y de no actuar de manera rápida esta se podría ubicar al final del año por encima del 9 por ciento y quizás alcanzar los dos dígitos
Es cierto que estos resultados, en la mayoría de los países se explican por una serie de sucesos productos de la pandemia de Covid en 2019 y después por los cuellos de botella resultado de cierre de puertos y menor capacidad en embarcaciones y transporte carretero por las restricciones que impuso la pandemia. A esto se le suma la menor producción de mercancías por las medidas de distanciamiento social y por falta de personal debido a las sucesivas olas de contagio
A esto se sumó la invasión de Rusia a Ucrania, que afecto directamente en el precio de los granos y cereales, así como fertilizares, también del petróleo y gas.
Todo esto repercutió en el mundo y en México, ante falta de políticas públicas para fortalecer los sectores productivos, se tradujo en una menor capacidad de producción., dejando como resultado la caída de más del 8 por ciento de nuestra economía en el 2020.
Esta caída económica, la cual no se ha podido recuperar, ha dejado otros problemas como lo es un mercado con un déficit de 1.4 millones de empleos respecto a los que se observarían hasta antes del 2018, además de que las condiciones laborales que se mantienen críticas sobre todo porque los ingresos salariales no cubren los gastos totales de las familias en México
Los niveles de inflación son preocupantes, en particular en los alimentos pues son las familias de menores ingresos las que dedican un mayor porcentaje de su ingreso a adquirirlos.
Y aun cuando el Banco de México ha aplicado de manera correcta su política monetaria, la parte del gobierno federal, para hacer que el flujo de capitales sea en una mayor cantidad de sectores productivos no ha sido la adecuada, mientras que López Obrador insiste en terminar con sus obras insignia, otros sectores productivos carecen de recursos para reaccionar ante las necesidades de abastecimiento.
Esto es señal de que a este gobierno federal le interesa poco mejorar la calidad de vida de los mexicanos y para evitar señalamientos sobre lo poco que hace para ir bajando la presión inflacionaria, se remite a señalar que los factores más preocupantes provienen del exterior.
Es por ello que resulta aventurado manifestar que la inflación bajara en los próximos y lo más probable es que estos niveles de inflación podrían mantenerse hasta mediados del 2023, siempre y cuando las circunstancias externas puedan ir resolviendo este problema a nivel mundial.