Las expectativas de inflación aceleraron nuevamente en junio y analistas consultados por Banco de México (Banxico) prevén que el componente general cierre el 2022 a una tasa anual de 7.50% y no en 6.81% como se esperaba en la encuesta previa.
De cerrar en 7.50%, sería su nivel más alto para cierre de año desde el 2000, es decir, hace 21 años. Hasta mayo se ubicó en 7.65% anual y a la espera de que en el tercer trimestre llegue a su pico, incluso por encima de 8%.
Este ejercicio que realiza mensualmente el banco central a más de 30 instituciones financieras y analistas del sector privado ha mostrado, desde agosto del año pasado, un repunte en las expectativas de inflación.
La encuesta mostró que la inflación subyacente, aquella que elimina los precios de los energéticos y alimentos, cerraría este año en 6.88% anual, desde 6.38%, estimada en la encuesta correspondiente al mes de mayo.
Al igual que el componente general, el subyacente se perfila a cerrar en su nivel más elevado desde el 2000.
Para el 2022, los analistas colocaron a la inflación general en niveles de 4.50%, lo que significó un mayor deterioro respecto a las expectativas anteriores que apuntaban a 4.34%.
Respecto a la inflación subyacente, los analistas auguran un nivel de 4.25% anual, desde 4.14%, según la encuesta anterior.
Ante la elevada inflación y el deterioro en las expectativas, los analistas encuestados prevén que la junta de gobierno de Banxico lleven la tasa de referencia a 9.50% al cierre del año.
Actualmente la tasa de interés se ubica en 7.75% y quedan cuatro reuniones más en lo que resta del año.
Para llegar a 9.50%, la tasa tendría que incrementarse en 175 puntos base más en el segundo semestre del año.
Hacia el 2023, la encuesta de Banxico muestra que la tasa de interés podría llegar a 9.00%, desde el 8.50% estimado anteriormente.