Por Víctor Barrera
México sigue mostrándose a nivel internacional como un país con falta de gobernanza, porque ha sido rebasado por la violencia y la presión que ciertos grupos de poder, como el crimen organizado despliegan dentro del territorio mexicano.
En marzo del año pasado, el jefe del Comando Norte de Estados Unidos (US Northcom), el general Glen VanHerck, estimó que los cárteles del crimen organizado transnacional operan en alrededor del 30 al 35 por ciento del territorio mexicano, «en áreas que son con frecuencia ingobernables», causando muchos de los problemas que está enfrentando Estados Unidos en la frontera con México.
Si a esto sumamos la inasistencia de López Obrador a La Cumbre de las América, no porque Estados Unidos dejara de invitar a Cuba, Nicaragua o Venezuela, sino por el temor de estar en un lugar donde no se sintiera cómodo y las acusaciones de un gobierno complaciente con el crimen organizado estaría no solo dentro de la Cumbre, sino en protestas de la gente que pedirían a López Obrador dejará de proteger a esos gobiernos, claramente autoritarios.
Así lo dejaron entrever las declaraciones del Senador Republicano por el estado de Texas, Marco Rubio, quien celebraba la ausencia del tabasqueño La Cumbre porque “ha entregado secciones de su país a los cárteles de droga y es un apologista de la tiranía en Cuba, un dictador asesino en Nicaragua y de un narcotraficante en Venezuela,” suman a la ya de por sí deteriorada percepción del control del gobierno sobre el territorio, y a su efectividad en torno a la lucha contra el narcotráfico.
Esto también pone en la mente de los mexicanos la liberación Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, concedida por el originario de Macuspana, y las del saludo de que realizo a María Consuelo Loera, madre del narcotraficante y más recientemente la aduna que un grupo armado realiza en carreteras del llamado Triángulo Dorado.
También se debe sumar a ello las declaraciones del senador demócrata Robert “Bob” Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara alta de EUA, al acusar que AMLO intentó chantajear a su homólogo estadounidense, Joseph Biden, al exigirle invitar a los líderes de Cuba, Venezuela y Nicaragua a La Cumbre “Creo que el Presidente López Obrador básicamente trató de chantajear al Presidente Biden al insistir en que Países que no son democráticos, países como Venezuela, Cuba, la Nicaragua de Daniel Ortega, que son dictadores y déspotas, deberían haber sido invitados a la Cumbre”.
Aunado a esto, los demócratas aprovecharon para expresar su preocupación por la ausencia de compromiso del gobierno mexicano por enjuiciar a los perpetradores de las desapariciones forzadas que el mes pasado, rebasaron oficialmente las 100 mil personas.
En México familiares de personas desaparecidas, de mujeres asesinadas y ahora de periodistas asesinados han manifestado que este gobierno no hace nada para implementar mecanismos reales que ayuden a ir disminuyendo y erradicar estos males.
A cambio AMLO solo ha señalado que acudirá en julio próximo acudirá a los Estados Unidos para visitar a Joe Biden; se desconoce la agenda que se tratará, pero mientras tanta imagen del México con falta de gobernanza prevalece en el mundo.
López Obrador reta a los políticos estadounidenses a comprobar sus dichos, y amenaza con dar a cáncer “sus datos” sobre un grupo de cubanos que han alcanzado poder político y van en contra del gobierno de Joe Biden.
Será en julio cuando, después de la reunión entre los mandatarios, sabremos qué acciones tomará Estados Unidos ante las declaraciones de López Obrador y su ausencia en La Cumbre.
Lo que urge es que López Obrador, en verdad, muestre que es él quien gobierna y que pronto desterrará al crimen organizado y la inseguridad, sino simplemente será un sexenio lleno de sangre, terror y temor para el país