El presidente de Rusia, Vladimir Putin, pidió hoy diseñar una estrategia de desarrollo de una “gran Asociación Euroasiática” acorde a los nuevos retos internacionales, entre los que mencionó los intentos de contener a los países con políticas independientes.
Ha llegado la hora de diseñar una estrategia integral de desarrollo de una gran asociación eurasiática que debe reflejar los desafíos clave que afrontamos”, dijo Putin en una intervención telemática en el Foro Económico Euroasiático que se celebró en Biskek.
En el foro, previo a la cumbre de mañana de la Unión Económica Euroasiática (UEE), que agrupa a Armenia, Bielorrusia, Kazajastán y Rusia, el jefe del Kremlin indicó que es necesario dar pasos hacia nuevos acuerdos que complementen la reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
En dichos acuerdos, añadió, es importante “prestar atención no solo a los aranceles, sino también a otro tipo de barreras, lo que puede dar un efecto importante sin poner en riesgo las economías nacionales”.
Por su parte, el presidente kazajo, Kasim-Yomart Tokáyey, quien participó en el foro de manera presencial, señaló que ve posible la implementación del ambicioso proyecto “Gran Eurasia”, propuesto por Putin y que prevé una mayor cooperación de varias economías de países exsoviéticos con China.
Tarde o temprano lo implementaremos. Y, como dijo el presidente ruso Vladímir Vladímirovich (Putin), es posible que otros países puedan unirse”, dijo Tokáyev, quien destacó que la UEE “ha demostrado su eficacia en la actual situación geopolítica”.
Inicialmente, la iniciativa del mandatario ruso preveía también la posibilidad de participación en la Gran Eurasia de países europeos.
Dos de los miembros de la UEE, Rusia y Bielorrusia, están sometidos a sanciones por gran parte de la comunidad internacional por la campaña militar rusa en Ucrania.
El objetivo de estas sanciones occidentales, dijo el primer ministro bielorruso, Román Golovchenko, es “frenar el desarrollo tecnológico de la competencia”.
Putin, a su vez, indicó que con las sanciones y las prohibiciones tratan de “contener y debilitar” a los países que desarrollan políticas independientes.