Mañana entra en vigor la reforma a la Ley General de Salud en materia de salud mental y adicciones, en la cual se estableció la garantía del derecho de las personas a recibir los servicios médicos para el tratamiento de este tipo de trastornos desde el primer nivel de atención y en hospitales generales, cercanos a su lugar de residencia.
En la Ley también se señala que no se construirán más hospitales psiquiátricos y los que ya existen se convertirán, de manera progresiva, en centros ambulatorios u hospitales generales con servicios de salud mental. Con ello se elimina el modelo psiquiátrico asilar.
El decreto de reforma legal se publica hoy en el Diario Oficial de la Federación y también prevé que los usuarios de los servicios tienen derecho al consentimiento informado sobre las intervenciones médicas necesarias para atender su problema de salud.
Subraya que los pacientes no deben ser sometidos a medidas de aislamiento, contención coercitiva o cualquier otra práctica que implique tratos crueles, inhumanos o degradantes.
El nuevo ordenamiento también indica que el internamiento hospitalario debe ser el último recurso terapéutico y se podrá dar siempre que se garantice el respeto a los derechos humanos de los pacientes.
Puntualiza que sólo podrá llevarse a cabo de manera voluntaria y cuando aporte mayores beneficios curativos para la persona con respecto al resto de las intervenciones posibles. De ser el caso, los pacientes serán hospitalizados “por el tiempo estrictamente necesario y en el Hospital General o de Pediatría más cercano al domicilio del usuario”.