Por Víctor Barrera
Mañana miércoles se reunirán los organizadores de la Cumbre de las Américas, que en esta ocasión se llevará a cabo en Los Ángeles, California, con Andrés Manuel López Obrador, el objetivo es convencerlo que en esta ocasión es un tema significativo tanto para el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, como para el desarrollo de todo el continente americano.
Sin embargo, López Obrador ha declarado, en días anteriores, que no acudirá a esta novena cumbre, si no se incluye a los mandatarios de Cuba, Nicaragua y Venezuela, dicho que ha sido respaldado por varios mandatarios de América Latina.
Lo importante que se debe destacar es que quien sale más perjudicado de este boicot, es precisamente México, por ser el vecino más cercano a Estados Unidos y porque esa nación representa el socio comercial más importante para nuestro país.
Entendemos que existe una compleja relación entre México y Estados Unidos y que ésta ha prevalecido así durante muchos años, pero intentar que no se realice la reunión más importante para el continente americano, por el capricho de un mandatario, que lamentablemente muestra más apego a las dictaduras que a la democracia, pone a nuestro país en riesgo y en el límite de la confianza para naciones de otros continentes como Europa y Asia, para colocar sus capitales en tierras mexicanas.
Entendemos también la necesidad de que la relación entre la primera economía del mundo y las otras naciones debe ser importante para el desarrollo de las todas naciones del continente y que en ocasiones esta relación es totalmente desigual, pero ello no debe ser motivo para evitar la realización de la Cumbre, sino al contrario.
En un momento crítico, donde la economía mundial mantiene una crisis severa golpeando a las naciones más pobres y aquellas donde sus gobiernos no aplicaron políticas públicas para mantener un mercado interno fuerte, es importante establecer una estrategia continental que reanime las cadenas productivas a favor de todas las naciones.
Esto implica también tocar temas como el migratorio que por su complejidad es importante encontrar espacios de coincidencia que permita a los habitantes de este continente poder desarrollarse profesionalmente sin necesidad de que se les violenten los derechos humanos fundamentales.
El tema de seguridad nacional de las naciones es otro tema que deriva de la pobreza de algunas de las naciones que empujan a sus pobladores no solo a emigrar a otras naciones en busca de obtener ingresos suficientes, sino en ocasiones los orilla a enlistarse a las filas del crimen organizado, que va desde la creación de bandas delictivas, pasando por la trata de personas y el narcotráfico.
Entonces no debe confundirse el interés común de las naciones por el desarrollo y mejor calidad de vida de sus habitantes, por el interés personal de algunos mandatarios de eternizarse en el poder implementando regímenes que violan los derechos humanos de quienes gobiernan.
López Obrador, como mandatario de México, debe analizar sus declaraciones porque el representa a una nación y no a su persona o el interés de otros mandatarios, López Obrador fue votado y elegido para procurar el mejoramiento y buena administración de México y no el de otras naciones.
Andrés Manuel parece provocar continuamente a Estados Unidos sin justificación ni necesidad alguna, que empiezan a manifestarse en la desconfianza y la creciente preocupación de otras naciones hacia México, que era visto como la puerta de entrada para entablar comercio con Estados Unidos, esto significa menor inversión y por consecuencia menor creación de riqueza y trabajos para los mexicanos que equivale a más pobreza.
México siempre será visto como la economía más importante de América Latina, sin embargo, López Obrador sigue empeñado en cerrar nuestras fronteras comerciales, ser una economía autosuficiente. Pero sin fortaleza interna esto nos llevará a un retroceso importante en todos sentidos de nuestro país.