Por Víctor Barrera
Hoy jueves culmina el segundo periodo de sesiones ordinarias en el congreso de la Unión y esto causa que la política se enfoque más en los comicios estatales que se vivirán el próximo mes de junio y los próximos dos años
Esto es un elemento que aprovecha Andrés Manuel y sus huestes para empezar a hacer más ruido respecto a la reforma electoral que propondrá el Ejecutivo, sobre todo cuando cuatro consejeros tendrán que salir del INE, porque se cumple su periodo, esto implica también que López Obrador podría colocar en esos puestos a gente cercana a su movimiento.
En tanto la oposición tendrá que empezar a explorar la posibilidad de mantenerse unida para hacer frente, ya no solo a estos comicios, sino los del año entrante y por supuesto los del 2024.
De acuerdo a las cifras que estiman la oposición López Obrador y Morena no pueden manifestarse como que obtendrán el triunfo fácil en cada uno de los procesos electorales, esto siempre y cuando vaya toda la oposición unida es decir PAN, PRD, PRI y MC. De lo contrario, si cada una de las fuerzas se va por su lado o se mantienen separados como hasta ahora en dos bloques opositores, es seguro que Morena podría alcanzar los triunfos electorales, basado en lo que ya han mostrado en el proceso de la Consulta de Revocación de Mandato, esto es, bajo la utilización de viejos vicios, aquellos que detestaba la izquierda y que ahora en Morena son recurrentes.
Para evitar lo segundo, los requerimientos para alcanzar el triunfo, por parte de la oposición, es una voluntad política, pero también la convicción de que presentando candidaturas de unidad el objetivo principal es establecer gobierno que favorezcan más al desarrollo de México y la mejor calidad de vida de los pobladores sobre los intereses particulares de los partidos políticos.
Es precisamente en esa voluntad y convicción la oposición deberá ceder donde un poco para establecer una fuerza opositora que no solamente gane los comicios, sino que establezca un rumbo más positivo para el país.
Y es en esta última que recae buena parte del auténtico esfuerzo para construir esa fuerza opositora.
Entonces, el reto importante a salvar es proponer candidatos que no dividan a los partidos políticos para evitar la fractura. Hasta el momento esto queda demostrado porque en los dos estados que en las próximas elecciones de junio otorgan amplia ventaja y preferencia a Morena, son aquellos justamente donde la oposición fue incapaz de presentar un candidato de unidad: Oaxaca y Quintana Roo.
La generosidad política será el ingrediente esencial en la construcción y consolidación del bloque opositor hacia el 2024.
Todo aspirante a ser candidato debe tener la convicción de declinar ante el mejor candidato, pero si no logran comprender que tendrán que hacer muchos sacrificios, para empujar a los candidatos mejor posicionados, de nada servirán los discursos huecos y populacheros para esgrimir por qué no lo realizaron.
La oposición debe asumir la responsabilidad de tener un candidato de unidad y actuar con madurez, pero pensando primero en México y su gente.
Es claro que la estrategia López Obrador y sus huestes es mantener el poder y seguirá con la estrategia de dividir, provocando rencillas entre la oposición y desconfianza.