Por Víctor Barrera
Se cumplió el primer objetivo y este fue rechazar de cualquier forma la aprobación de la iniciativa de Ley de la industria en materia eléctrica, y después de una larga sesión que culmino hasta las 23:25 horas del domingo, los legisladores de oposición PAN, PRD, PRI y MC, lograron el objetivo.
Pero el punto principal de este objetivo fue demostrar a Andrés Manuel López Obrador que el poder Legislativo no un instrumento para alcanzar la continuidad en la presidencia de Morena.
Que el avance democrático que hasta ahora tenemos en el país aún puede protegerse y que se puede evitar que se desarme la democracia, porque este nuevo régimen y sus legisladores han creado una narrativa donde apuntan que la democracia debe partir del Ejecutivo y que todo aquello que no emane de este, simplemente no es democracia.
También han puesto en el plano de la política de México que volverse incondicionales de las decisiones del presidente es lo que nuevamente debe tener el país, es decir, regresar a ese presidencialismo donde todo el poder estaba concentrado en una figura y que nadie podría moverse sin antes pasar por el tamiz del presidente en turno.
Sin embargo, a lo largo de las últimas semanas se han presentado hechos que han mostrado una democracia que aún tiene oxígeno para salir adelante, esto a pesar de que la fuerza del presidente se ha hecho evidente, en cada mañana donde más que establecer los ejes para establecer el desarrollo y crecimiento económico del país se ha dedicado a ofender a minimizar a sus oponentes, llamándole traidor a todos aquel que no piensan igual que él.
Ahora que se ha demostrado que ya no cuenta con el respaldo de la mitad de la población y que no tiene mayoría calificada en la Cámara, es por ello que probablemente que sus otras reformas tampoco pasarán en el poder legislativo que la reforma político electoral no pasaría, porque ningún partido político la aprobaría, que las leyes secundarias de la Guardia Nacional, para fortalecerla tampoco se envié, más aún cuando organismos internacionales han exigido el fin de la militarización de la vida pública en México. Ya no habrá cambios de fondo, y el marco legal que tenemos será el que rija el resto de este gobierno.
Sin embargo, debemos estar conscientes que Andrés Manuel López Obrador buscará mantener una mayoría con el triunfo de las gobernaturas en juego este año, por lo que esto podría volver al panorama polito sumamente complicado, donde la aplicación de los viejos vicios en la política mexicana vuelva a relucir..
El actuar del tabasqueño siempre ha sido jugar al filo de la ley y victimizarse cuando no logra sus objetivos, estamos en la parte fundamental para que los mexicanos decidamos si se quiere continuar bajo un régimen que no ha dado resultados o buscar otra alternativa, este 2022 y 2023 mostraran el camino que seguiremos con miras al 2024.