Ante el incremento de las tasas preferenciales en el Banco de México y como consecuencia de las tasas en créditos bancarios, evita las pequeñas y medianas empresas (Pymes), puedan acceder a un financiamiento, advirtió el Grupo Financiero BBVA.
Esto también a provocado que una gran cantidad de ellas, 1.6 millones, equivalente a una tercera parte de las empresas registradas, hallan cerrado por completo sus puertas y será aun mas difícil que se recuperen.
El Grupo Financiero manifestó que la pandemia y ahora la guerra entre Ucrania y Rusia han sido factores determinares para la creación de incrementos de insumos, cuellos de botella en las cadenas productivas que han determinado cierre de las empresas.
Sin embargo apunto que entre mayo del 2019 y julio del 2021, también se registraron la creación de 1.2 millones de establecimientos, pero aun así existe pérdida neta de 400 mil empresas.
También apunta que el cierre de las Pymes, implicó una reducción de 21.0 por ciento en el número de establecimientos, a la par que los nacimientos representaron 6.0 por ciento del total.
En el análisis “Crédito a Pymes ante la pandemia por Covid-19”, destacó que la afectación en términos de ingresos mensuales promedio se profundizó al cierre del tercer trimestre de 2020, particularmente en el sector comercio, con una caída de 40.6 por ciento, frente al 33.0 por ciento registrado entre abril y mayo de 2020.
Ante la actual coyuntura de recuperación incompleta de los componentes de la demanda agregada respecto al período previo a la pandemia, el grupo financiero aseguró que las unidades económicas y, particularmente las Pymes encuentran condiciones adversas para la reactivación de su demanda por financiamiento.
“Las Pymes de sectores como el comercio y la hostelería se ven afectadas directamente por una desaceleración en la recuperación del consumo privado, pudiendo esto tener dos efectos en la demanda por financiamiento bancario”, expuso BBVA
Por una parte, explicó que la reducción en los ingresos implicaría una menor perspectiva de flujos de ingreso futuros, contrayendo la demanda por financiamiento.
No obstante, refirió que la utilización de crédito como sustituto de los propios ingresos para cubrir gastos de operación podría impulsar temporalmente la demanda por crédito bancario.
Tomando en cuenta que el 77.4 por ciento del crédito a Pymes se destina a capital de trabajo, este último efecto resulta significativo, aunque el impulso que representa no parece sostenible ante una menor actividad sectorial persistente, que limitaría los flujos de ingresos para pagar las obligaciones adquiridas y podría deteriorar la calidad de la cartera.
Aunado a ello, el aumento esperado en el costo del financiamiento (mayores tasas de interés) constituye un factor adicional que podría limitar la demanda por crédito bancario. Asimismo, la debilidad en la inversión podría impactar la demanda por financiamiento de Pymes.
En sectores como las manufacturas y la construcción, las Pymes fungen como nodos generadores de valor, ya sea como eslabón en una cadena de valor o como nodo periférico en una estructura productiva radial, que provee de insumos a otra empresa, generalmente de mayor tamaño.
Advirtió que una menor inversión irrumpiría dichas redes generatrices de valor, impactando negativamente a la cantidad intercambiada de los bienes producidos, lo cual se traduciría en una menor necesidad de financiamiento bancario ante una expectativa de menores ingresos empresariales.