Por Víctor Barrera
La demagogia con la que actúa López Obrador empieza a mostrar un desgasto y lo que fue un triunfo con la mayor participación de electores se ha convertido en la desesperación de López Obrador y su grupo de políticos que quieren por todos lados mantener el poder y seguir enriqueciéndose a través de mentiras y falsos proyectos de mejorar la calidad de vida de los mexicanos.
López Obrador hizo el anuncio de que presentará, luego del proceso de Consulta para la Revocación de Mandato, una iniciativa para que los consejeros del INE y los magistrados del Tribunal Electoral sean elegidos por el pueblo.
De acuerdo al esquema que planteará para esta elección, tiene como base que cada Poder de la Unión proponga 20 candidatos, para tener una lista de 60 personas y someterlas a votación popular para que sean electas.
En realidad no cambia absolutamente en nada y si hace mas engorrosa la elección de los consejeros, porque al final de cuentas estos, serán seleccionados de manera inicial por los partidos políticos. Entonces lo que se ve claramente es que López Obrador quiere mantener el control del INE y del Tribunal.
Para ello, necesita que se apruebe esta iniciativa antes del 2024, y que, en los próximos consejeros, cuando cuatro de ellos dejen su cargo entre ellos Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, su elección sea vía voto popular, de antemano selección política.
El resultado entonces será previsible, Morena tendría la mayoría de los consejeros electorales y aun cuando en lo escrito el INE mantendría la autonomía, esta sería similar a la que muestra ahora la CNDH.
Tratar que la autoridad electoral se determine exclusivamente sobre la base de la votación popular origina un esquema donde el partido mayoritario tenga todos los elementos para eternizarse en el poder.
Sin embargo, esta propuesta necesita modificar la Constitución y Morena no cuenta con los votos suficientes para ello.
Además, deberemos apuntar que al menos tres partidos de oposición PAN PRD y PRI, no estarían dispuestos de construir un sistema electoral claramente favorable a Morena.
La desesperación de López Obrador por mantener el poder lo ha llevado a proponer verdaderos disparates, la popularidad de AMLO viene hacia abajo, la gente empieza a cansarse de muchas justificaciones del porque no cumple sus promesas de un crecimiento económico anual de México del 6 por ciento, de un combate a la corrupción, de cero impunidades, de nada de “influyentismo” o “compadrazgos” en el gobierno federal, problemas que persisten y se han acentuado.
Porque vivimos en un país con una crisis económica similar a las presentadas en la década de los años 80, no existen medicamentos suficientes para aliviar enfermedades de niños y adultos de la tercera edad, el comercio informal sigue incrementándose y la inseguridad se encuentra en niveles altos.
Andrés Manuel se siente solo y su ego y narcisismo se ve afectado, por eso la desesperación