Por Víctor Barrera
Los mexicanos ya deberíamos presionar para que a las autoridades y la clase política empiecen a encontrar los acuerdos que evite que nuestro país y nuestra economía familiar se vea más afectada por la falta de estrategias
Lamentablemente desde hace poco más de tres años, no hemos pasado el tiempo peleando como si eso fuera la solución a nuestros problemas. Hemos visto que la violencia nuevamente llega a niveles altos y la sentimos como algo cotidiano.
Las matanzas, asesinatos y otros males se suceden siempre, pero existen también algunos periodos, donde afortunadamente bajan estos niveles.
Con la llegada imparable de los populismos podríamos decir que volvemos a la cresta de la ola ya que la violencia y el encono forman parte sustancial de esta forma de acumular poder.
Así lo han denostado Venezuela, Nicaragua, Cuba entre otros países, un populismo que se ha en primer lugar polarizar profundamente a la población. Para con ello mantener el poder.
Entonces la famosa frase ““divide y vencerás” es la receta prodigiosa que estos gobiernos han utilizado para mantenerse por varios años. En México Andrés Manuel López Obrador, ya nos ha dividido a casi todos.
Cada mañana, en sus conferencias, acusa a los conservadores, aspiracionistas, fifís, traidores a la patria, neoliberales, como el factor que impiden se consolide su gobierno, algo que va en contra también del el pueblo bueno y sabio que él representa.
Estamos, presenciando el colapso de un sistema que nos ha permitido sobrevivir a muchos males, pero ahora cuando se destruyen más instituciones que permitían a la sociedad civil vigilar la actuación del gobierno y aumenta la desconfianza, porque todo es corrupto, crece el odio y la división entre la población.
Porque aquel que no obedece ciegamente al mandato del gobernante, repito, son instrumentos del conservadurismo, origen del mal y tienen la culpa de todo.
Sin embargo, no hay una solución que permita alcanzar una tranquilidad económica y que las familias no se preocupen porque los trabajos y los salarios siguen precarizándose.
En este 2022, los problemas para nuestro país se multiplican en salud, economía, política exterior, seguridad y lo peor es que la división de poderes, que evita la imposición de un poder sobre otro, se desdibuja frente al líder.
Entonces, es el tiempo de buscar esos acuerdos donde todos estén convencidos que unidos podemos hacer mucho más que permanecer divididos, que aquellos que siguen entusiasmados por las palabras, más que de lo los hechos, acepten construir un nuevo enfoque a favor de todos y no solo de una nueva cúpula política.
Es necesario pasar a buscar las soluciones a las problemáticas presentes y no seguir esperando que lo resultados lleguen tarde. Necesitamos construir nuevamente un país con resultados inmediatos, donde los mexicanos seamos uno solo y no estemos divididos.