Activistas, ambientalistas y organizaciones civiles denunciaron la tala excesiva de árboles en la selva de Playa del Carmen, Quintana Roo, para abrir paso a la construcción del Tren Maya, proyecto insignia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Usando los hashtags #SelvameDelTren, #NoSobreCenotes y #NoSobreSelvas, en redes sociales, buscan difundir en video lo que consideran es un ecocidio en el sureste del país.
Organizaciones movilizadas como Moce Yax Cuxtal aseguran que el gobierno federal no ha implementado programas de reubicación de árboles y fauna silvestre ni se hizo un reconocimiento de árboles en peligro de extinción, además de que no se cuenta con un permiso para talar en la selva virgen.
Especialistas señalan que con la nueva ruta trazada se estima que en 120 kilómetros habrá una pérdida de 8 mil 736 árboles que se derribarán para el paso del Tren Maya.
El cambio consiste en que el Tramo 5 Sur ya no irá por un paso elevado que se estaba construyendo sobre la carretera federal 307 Playa del Carmen-Tulum, sino que, ante la premura por terminar las obras para finales de 2023, ahora pasará a ras de tierra por la zona selvática que corre en paralelo a esa vía federal.
Javier May, el titular de Fonatur, aseguró en enero a través de un comunicado que la modificación del trazo “es la mejor decisión”, puesto que no afectará a la actividad económica de la región y se cumplirá con la fecha fijada por el primer mandatario para que el proyecto comience a rodar.
Apesar de lo anterior, integrantes del Comité Regional de Espeleobuceo, así como de la Asociación de Prestadores de Servicios Acuáticos de la Riviera Maya, el Sindicato de Buzos del Caribe y múltiples organizaciones civiles de Quintana Roo —como Riviera Maya Sostenible o Moce Yax Cuxtal—, denunciaron que el nuevo trazo generará múltiples impactos, como deforestación, daños en cavernas, lagunas y cenotes, extinción de flora y fauna, y sobreurbanización de la zona selvática por donde pasará el tren.
Hasta el momento, Fonatur no ha dicho cuáles serán los impactos ambientales de la nueva ruta, luego de que para el tramo cancelado de la carretera federal tuvieron que remover y replantar más de 20 mil árboles.
En una campaña iniciada en Change.org. se cuenta que “el proyecto del Tren Maya implica numerosos riesgos e impactos ambientales a todo el sureste mexicano, zona de alta riqueza biológica e importancia para la conservación y protección de la selva maya, del acuífero y de la biodiversidad”.