Por Víctor Barrera
Se realizó, ayer lunes, la clausura de los foros del Parlamento Abierto sobre la reforma eléctrica que, durante 28 sesiones, se dieron cita legisladores, empresarios académicos, sociedad civil y funcionarios de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), con el objetivo de escuchar y preparar lo que será un documento para analizar y discutir junto con la propuesta enviada meses atrás por el poder Ejecutivo.
Sin embargo, en esta última sesión se mostró una vez más que los legisladores del llamado grupo “Juntos Haremos Historia”, no moverán, ni una coma al proyecto del Ejecutivo y que será aprobada en sus términos, condiciones, reglas y normas tal y como fue enviada por el ejecutivo.
Rocío Nahle, titular de la Secretaría de Energía (SENER), fue la encargada de mostrar los mismos argumentos, ideológicos, con los cuales se aprobará esta iniciativa de reforma de Ley, argumento que se busca principalmente desmantelar una estructura que fue creada con la reforma del 2013.
Explicó que con esta reforma se evitaran los excesos de una “mala plantación” que mantuvo una lógica económica que no beneficiaba a los mexicanos, y que lastimaba el entorno ambiental, sin embargo, no aporto casos concretos para sostener los dichos.
Rocío Nahle sostuvo que, a lo largo del 2021, mientras en otras naciones se registró volatilidad en los precios de la electricidad pagados en los mercados mayoristas, en México las tarifas “que hemos mantenido” no mostraron tal volatilidad, y manifestó que esto fue gracias al apoyo de la CFE y la política implementada por este gobierno.
Sin embargo, olvido la funcionaria señalar que a la CFE el gobierno transfirió 70 mil millones de pesos para mantener el subsidio y evitar el incremento de las tarifas, pero también que esta empresa productiva del estado reporto una pérdida por 95 mil millones de pesos para el 2021.
Esto no muestra que en la forma en la cual el gobierno federal pretende seguir manteniendo las tarifas eléctricas bajas, cuestan más caras al consumidor final.
Así aún cuando se manifieste que habrá una producción por parte de la iniciativa privada del 46 por ciento y el resto lo tendrá que generar el estado a través de la CFE, los costos de las tarifas seguirán siendo subsidiadas mientras no exista la infraestructura adecuada para producir energía eléctrica barata y en su proceso no se produzca contaminación ambiental.
Se olvidan los funcionarios de gobierno y legisladores afines al gobierno, que la desaparición de órganos autónomos reguladores y supervisores de la actuación del gobierno y sus dependencias y empresas, son para evitar que se sigan transfiriendo grandes sumas de dinero a y los resultados sigan siendo de perdidas.
De aprobarse la iniciativa de reforma de Ley, tendremos a una CFE con mayor presencia en el mercado y por supuesto será quine ponga los precios que comprara la energía eléctrica de privados y pondrá las tarifas del costo de energía para el consumidor final, además de seguir recibiendo recursos para evitar que los precios se eleven.
Además, también existen otros elementos que podrían afectar a México, que son los tratados comerciales con otros países, como el T-MEC, donde la libre competencia en muchos sectores está estipulada y de no respetar los acuerdos las demandas indemnizaciones saldrían caras a México.
Ojala que en la discusión y el dictamen en el poder legislativo no sean con tintes políticos y que la oposición verdaderamente contemple los daños que puede causar una decisión de este talante, donde el beneficio político este por encima del bien común.
Hasta el momento la oposición ha señalado que esta iniciativa no pasara si coexisten modificaciones a la misma y que serán después de los comicios estatales cuando empiece a discutirse, pero esto permitirá una negociación política que podría terminar inclinando la balanza a favor de que un partido político mantenga algunas gobernaturas para no desaparecer del espectro político y ser verdaderamente historia.