Pese a los discursos de austeridad republicana y de no incremento de la Deuda Pública, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador hizo subir dicha deuda en más de 2 billones 370 mil millones de pesos, tan solo en 40 meses de su gestión, destacó la diputada federal del PAN, Patricia Terrazas Baca.
La legisladora por Chihuahua y secretaria de la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados, explicó que este incremento, equiparado con el monto aprobado del Presupuesto de Egresos de la Federación 2022, de 7 billones 88 mil 250 millones de pesos, representa poco más del 33 por ciento.
Refirió que, al asumir el cargo como presidente, López Obrador recibió de la administración de Enrique Peña Nieto una Deuda Pública de 10 billones 731 mil 700 millones de pesos, sin embargo, luego de los primeros 40 meses de su gobierno, la deuda se incrementó en más de 2.3 billones de pesos.
Terrazas Baca mencionó que esta es información es propia de la Secretaría de Hacienda, misma que se entrega al Congreso de la Unión e incluso, es pública y se encuentra en el portal oficial de la dependencia.
Añadió que: “en estos documentos, se puede apreciar que, en diciembre de 2018, cuando AMLO recibió la Presidencia, la Deuda Pública ascendía a 10 billones 731 mil 700 millones de pesos, pero para diciembre de 2021, es decir, 40 meses después, el monto supera los 13 billones, 101 mil 100 millones de pesos, lo cual contradice el discurso de austeridad del presidente.
La diputada federal recordó que, durante su campaña electoral, López Obrador aseguró que en su administración no iba a crecer la Deuda Pública, ni tampoco habría gasolinazos, además de que, bajo una fórmula sencilla, acabaría con la corrupción y con los privilegios en el gobierno, “barriendo de arriba para abajo”.
Sin embargo, agregó Patricia Terrazas, la realidad es muy distinta. “Hoy el gobierno federal ha mostrado la otra cara de la moneda; la deuda pública sí se ha incrementado, sí se han dado los gasolinazos y no solo persiste la corrupción, sino que se mantiene rampante”.
Prueba de ello, dijo, están las irregularidades detectadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en casi todas las dependencias del gobierno federal.
“Se detectaron faltantes en las obras insignia como el aeropuerto Felipe Ángeles; en el Tren Maya; en la refinería de Dos Bocas; en los programas de apoyo a las personas adultas mayores; en Jóvenes Construyendo el Futuro; en Segalmex, Liconsa, INSABI, el ISSSTE, la SEP, CONADE y la Secretaría del Bienestar, entre otros”.
Esto nos confirma, añadió, “que como nunca antes, estamos frente a un gobierno que le cuesta trabajo ser transparente, que refleja mayor opacidad y que se mueve en la más grande corrupción”.
Patricia Terrazas manifestó también su preocupación por la actitud del presidente de la República, en su afán de querer desviar la atención y ocultar los casos de corrupción relacionados con su familia, Pemex, la petrolera Baker Hughes y el Grupo Vidanta.
“Nos preocupa que para evitar que se hable de probables conflictos de interés, el presidente provoque discrepancias que afectan gravemente la imagen y las relaciones diplomáticas de México con otras naciones”, dijo.
“Primero fue con el gobierno de España, luego con Estados Unidos. Conflictos que son innecesarios y que nos pueden traer enormes consecuencias. Esto, por el solo hecho de distraer la atención de los actos de corrupción que le conciernen a su gobierno”, concluyó.