Por Víctor Barrera
México sigue presentando un crecimiento lento y a pesar de que, en el 2021, la economía mostró una recuperación del 4.8 por ciento, el inicio de este año nos muestra que de no aplicarse políticas públicas encaminadas a reactivar de manera sostenible nuestros sectores productivos, este año podríamos crecer 1.7 y 2.0 por ciento.
De acuerdo a las cifras que ofrece el INEGI en sus Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE), se estima que la economía presenta una disminución de 0.15 por ciento a tasa mensual en el primer mes del 2022. Algo que debe preocupar, si tomamos en cuenta que en el mes de diciembre se obtuvo un avance de uno por ciento.
Estos datos confirman el estancamiento que experimenta México en materia de crecimiento económico, que pronto se podría reflejar en revisiones a la baja en las expectativas de crecimiento.
Esto nos llevaría a confirmar que para el 2023, la tendencia de crecimiento seria en el mismo sentido del 2 por ciento y en el 2024 cerraríamos con un crecimiento sexenal inferior a los sexenios de Fox, Calderón y Peña Nieto.
Si a esto le agregamos que el crecimiento de la actividad industrial estaría alrededor del 2.1 por ciento en este año y los siguientes; El sector servicios apenas estaría por encima del 0.5 por ciento, entonces concluimos que la actual administración federal no ha logrado imponer su modelo económico, si es que lo hay, y solo está en espera que la economía de Estados Unidos crezca para que jale a la nuestra.
Repito, nuestra economía nacional luego del desplome que presentó en el 2020 de 8.5 por ciento y un rebote de 4.8 en 2021 nos muestra que hace falta a México una estrategia económica que implique el fortalecimiento y reactivación de los sectores productivos.
Pero esta reactivación deberá estar encaminada a restablecer las cadenas productivas, donde la medianas y pequeñas empresas participen y permitan que las microempresas puedan solventar sus nóminas a través de su contratación.
México no solo es de números macroeconómicos, como lo piensa López Obrador, México es un país se hombres y mujeres que buscan cada día mejorar su calidad de vida, pero ante una escasez de apertura de empresas y salarios cada vez más precarios, el desarrollo social termina yéndose hacia el incremento de la pobreza.
Si esta administración no lo aplica en el corto plazo, el sexenio estará completamente perdido en materia de crecimiento y el crecimiento sexenal no rebasaría 0.5 por ciento promedio, lo que no sitúa en una catastrófica y solo comparable al raquítico 0.2 por ciento del sexenio de Miguel de la Madrid, es decir México retrocedería varios años en su crecimiento económico