Organizaciones en defensa de los derechos del menor y expertos alertaron que pese a haber advertido que hay 250 mil niños, niñas y adolescentes en riesgo de ser coptados por bandas del crimen organizado, el problema persiste, e incluso, la cifra podría elevarse este año, debido a la violencia que está aumentando en algunas entidades del país, por lo que hacen un llamado urgente para tipificar el reclutamiento involuntario como delito.
A casi medio año de que la Red por los Derechos de la Infancia (Redim) presentó un informe en el que se alertaba del riesgo en México, no se ha hecho nada, señaló Tania Ramírez, directora de la organización.
Añadió que lo primero es reconocer que el reclutamiento es un delito, además que los niños son víctimas, pues ellos no elijen ese estilo de vida, sino que son forzados, impulsados por diversos factores, como pobreza, abandono escolar, violencia intrafamiliar e, incluso, cercanía con zonas de influencia del narcotráfico; por ello, insiste, lo urgente es tipificar para aplicar sanciones penales.
“Los niños no saben que son delincuentes, ellos buscan oportunidades y se van a donde las tienen, aparte que ellos no son delincuentes, sino víctimas de las bandas organizadas. Se debe reconocer que el reclutamiento es un delito y se debe tipificar para que existan sanciones en contra de los delincuentes que aprovechan las infancias y la vulnerabilidad de los menores para reclutarlos”, aseveró.
En el marco del Día Mundial contra el Uso de Niños Soldado, la directora del Redim advierte que la cifra es un estimado, pero podría ser más alta porque a nivel nacional se está viendo un alza en otros ilícitos.
“El delito de trata es muy amplio y el reclutamiento está contemplado dentro del fenómeno, por eso, si todos los indicadores van al alza, éste también puede aumentar”, dijo.
La experta agregó que el panorama de los niños, niñas y adolescentes es muy negativo, ya que el reclutamiento forzado afecta su desarrollo físico y emocional.
“Es un problema real que se ha ido dejando. Implica graves violaciones a los derechos humanos de los menores, por ello, es importante que se tipifique ya el delito”, reiteró.
De acuerdo con datos del propio Redim, entre enero y noviembre de 2021 se registraron dos mil 240 homicidios contra menores de edad, de los cuales 994 fueron dolosos, es decir, 44 por ciento del total; además, éstos fueron 2.7 por ciento más que en 2020.
En estados como Oaxaca o Chiapas, los menores son utilizados para combatir a los grupos del crimen que intentan apoderarse de los terrenos ejidales o de las comunidades en su expansión para traficar drogas.
Juan Martín Pérez, coordinador de la organización Tejiendo Redes Infancia en América Latina y El Caribe, señaló a este diario que los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública revelan un aumento en la violencia contra menores, lo que también incidiría al alza en el estimado que maneja el Redim.
“La posibilidad de que sean muchos es enorme, porque estamos hablando de que México está en guerra, y si no asumimos ese principio es muy poco probable que cambiemos las acciones. Todos los indicadores que tenemos son de guerra, ya que hay cien asesinatos por día, entonces, como están en guerra los grupos del crimen organizado, necesitan soldados, pero como no pueden contratarlos como lo hace el Ejército o la policía, los reclutan, y por ello tenemos tantos desaparecidos.
“El efecto de la guerra y la militarización se traduce en otros crímenes y uno de ellos es el reclutamiento de menos. No sabemos la cantidad, pero podemos prever que es una cantidad enorme y los números que manejó el Redim pueden ser menores de los que se deben pensar en la realidad. Las cifras que manejó el Redim como estimación es una generalidad, pero en la realidad pueden ser muchos más, ya que la violencia continúa subiendo, siguen reclutando y la violencia persiste”, advirtió.
La secretaria de la Comisión de Derechos de la Niñez de la Cámara de Diputados, Cecilia Patrón Laviada, coincidió en que se debe revisar la ley para tipificar el reclutamiento como delito, ya que urge sancionar a quienes se aprovechen de la necesidad de los menores para realizar sus delitos.
“De entrada, les trunca la vida a los menores, les quitas su niñez y detienes su desarrollo. Forzosamente los conviertes en pequeños adultos, por ello debemos de protegerlos de los abusos porque se vuelven carne de cañón de los grupos delincuenciales. Urge revisar la ley y ver como reforzarla, ya que se aprovechan de la niñez para cometer delitos, porque no se les toca”, dijo.
La diputada del PAN precisó que desde San Lázaro se comprometen a revisar la legislación para crear mejor atención para los infantes, porque se requiere de más presupuesto, reforzar el tema de las guarderías, espacios de correcto desarrollo, fortalecer la primera infancia y estar estimulándolos en cualquier etapa de su vida, para evitar que se creen condiciones de violencia.
Añadió que el verdadero cambio es invertir en educación de calidad, seguridad y una legislación adecuada que cuide los derechos infantiles.
Por separado, la presidenta de la Comisión de Atención al Desarrollo de la Niñez del Congreso de la Ciudad de México, Polimnia Romana Sierra, señaló a este diario que no necesariamente los menores deben tener un arma para delinquir, ya que en muchas ciudades se realiza a través del halconeo sin que ellos lo sepan.
“El que los niños tengan como opción para comer y sobrevivir estar en el crimen organizado, es consecuencia de múltiples factores, ya que tiene que ver con la pobreza que es la más fuerte, la desigualdad, falta de motivación, entre otras. Un niño no tiene consciencia plena, solo sabe que tiene que ayudar a su familia de manera rápida y fácil”, djo.
Comentó que en cada comunidad donde opera el crimen, hay menores en las entradas, lo que se ha vuelto muy común en la cultura mexicana y que las mismas autoridades han minimizado, por ello es urgente que los tres órdenes de gobierno se involucren, porque cada vez es más evidente el uso de niños soldados urbanos y rurales.
Los expertos detallaron que los riesgos de los niños, son consecuencias en su salud emocional, trastornos psicológicos y uso, y abuso de drogas que los marca de por vida.