Por Víctor Barrera
México requiere una modificación en la Ley en materia de energía, aseguro el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, y subrayó que desde el 2013, año en que se aprobó la reforma energética, no han existido cambios fundamentales para otorgar mejor servicio para los pobladores de México.
Al acudir a la cámara de diputados y reunirse de manera privada con los integrantes de la Junta de Coordinación Política y el presidente de la Mesa Directiva de este órgano legislativo, el embajador fue asediado por los reporteros presenten, con la intención de que el diplomático estadounidense definiera su posición sobre el rumbo que ha llevado esta iniciativa dentro del Parlamento Abierto.
Sin embargo, y como buen diplomático, manifestó que su visita no fue para tocar ese tema y contundente declaro que no hablaría mucho de ello, pero si insistió que en las ocasiones en que ha sido senador ha modificado, por lo menos en tres ocasiones, la ley energética de su país para bien del desarrollo económico de su país y el mejoramiento de calidad de vida de los norteamericanos.
Con esto Ken Salazar manifestó la importancia de que cada nación tenga un servicio energético que evolucione con el tiempo y no se estanque. El desarrollo energético es fundamental para empujar a otros sectores productivos a ir evolucionando a favor no solo de un mejor servicio sino también en el cuidado del medio ambiente.
Ken Salazar, concluyo su pequeño comentario al manifestar que la intención de la firma de un acuerdo comercial, T-MEC, es para mantener una unidad en esta zona del mundo y una unidad también económica que permita el desarrollo de las naciones.
Estas declaraciones nos dejan entrever que la opinión de Estados Unidos respecto a la iniciativa de reforma en el sector eléctrico de nuestro país es para fortalecer la relación entre ambas naciones y esta será basada en una comercial, pero también de inversión, por lo que la discusión de la iniciativa de ley deberá ceñirse más a como se regulará el sector y no que el Estado sea el actor predomínate del mismo, porque esto solo genera corrupción y estancamiento.
Es decir, si queremos regresar a los tiempos donde el estado administraba en su totalidad la generación de energía eléctrica y esta era insuficiente se estará condenando a México no desarrollar otros sectores como el tecnológico y científico y que la falta de recursos, por recaudación, impida la inversión en la infraestructura necesaria para hacer crecer el sector eléctrico.
Por ello he insistido que la discusión de la aprobación o no de esta reforma, sea con argumentos técnicos y económicos que permitan establecer reglas claras en la participación de capitales privados, con una buena administración del Estado, pero no imposición. De lo contrario condenaran México a un estancamiento que será difícil de superar por varios años más.