El presidente ruso, Vladimir Putin, se quejó este viernes ante su homólogo francés, Emmanuel Macron, de que Occidente rechazara sus exigencias para rebajar las tensiones entre Moscú y los aliados de la OTAN en torno a Ucrania.
«Las respuestas de Estados Unidos y de la OTAN no tuvieron en cuenta las preocupaciones fundamentales de Rusia», señaló el Kremlin en un comunicado, en el que dio cuenta de la conversación que mantuvieron ambos mandatarios.
«La cuestión clave fue ignorada, es decir, cómo Estados Unidos y sus aliados prevén […] poner en marcha el principio de que nadie debe reforzar su seguridad en detrimento de otros países», añadió la presidencia rusa.
Según el Kremlin, Rusia «determinará su reacción futura» tras haber estudiado detenidamente las respuestas de sus rivales.
La concentración de tropas rusas en la frontera con Ucrania ha despertado temores entre los occidentales a que el Kremlin pretenda intervenir en la exrepública soviética para limitar la presencia de soldados de la OTAN en el este de Europa.
De momento, el Elíseo no emitió ningún comunicado sobre la llamada telefónica, pero esta semana Macron había dicho que pensaba conversar con Putin con la idea de «instar al diálogo» para aclarar las intenciones de Moscú respecto a Ucrania.
Según dijo Macron en los últimos días, Rusia se está comportando como un «potencia de desequilibrio» en la región, aunque dejó claro está a favor del diálogo con Moscú para rebajar las tensiones.
Su tono relativamente conciliador contrastó con la retórica más estridente de otros aliados de Francia dentro la OTAN, como el Reino Unido y Estados Unidos.
Por su parte, Putin subrayó durante su conversación con Macron que Rusia quería seguir trabajando en la resolución del conflicto en el este de Ucrania e insistió en el formato existente de negociaciones a cuatro bandas (Rusia, Ucrania, Alemania y Francia).
Una reunión de consejeros de los dirigentes de esos cuatro países tuvo lugar el 26 de enero en París, la primera en varios meses, y se ha convocado otra para febrero. Según dijo este viernes en la radio RTL el ministro francés de Relaciones Exteriores, Jean-Yves Le Drian.