La noche del jueves partió la primera caravana migrante del año desde las oficinas de regularización migratoria del Instituto Nacional de Migración (INM) en Tapachula, Chiapas, debido a que no les brindaron una respuesta a sus trámites para salir de la ciudad.
Este grupo de migrantes está conformado por extranjeros de Venezuela, Colombia, Honduras, El Salvador, Guatemala, Haití y africanos que han decidido caminar con destino a los Estados Unidos.
Son alrededor de 500 personas -entre niños, mujeres y hombres- que desean obtener una visa o un documento de manera temporal para poder viajar en transporte público de manera legal.
Los migrantes, quienes van caminando sobre el libramiento sur y se incorporaron a la carretera costera de Tapachula, vía que conduce a la capital del país, indicaron que salen de esta ciudad por un mejor futuro y porque el INM no les atendió sus peticiones.
Jordan, un migrante venezolano de la comunidad LGBT, indicó que estuvo preso en la estación migratoria siglo 21 y que ahora salió en caravana en busca de poder obtener documentos en otra entidad.
A los extranjeros los mandaron a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) para iniciar su trámite, donde podrían esperar hasta tres meses con su cita.
Esta caravana migrante viaja pidiendo la ayuda de los organismos de derechos humanos, ya que van caminando solos, sin agua y alimentos.