Por Víctor Barrera
Una economía que se estanca y una inflación que se incrementa son dos temas que le preocupan a López Obrador, porque al paso del tiempo estos factores determinan el incremento o no de números de pobres en el país, el cual se ha incrementado durante sus tres primeros años de administración federal
El presidente anunció que, dentro de sus conferencias matutinas, que se ira convirtiendo en “show mágico y cómico”, se ocupará un tiempo para hablar de economía, el cual será cada primer jueves de cada mes y con ello tratar de salvar un aspecto que aún no ha podido controlar del todo.
Es cierto que con su frase “tengo otros datos” ha intentado a lo largo de sus tres primeros años de administración, minimizar la percepción de la gente sobre la economía familiar, que cada día se muestra más precaria y esto es consecuencia directa de una falta de estrategia política para hacer que la economía nacional se fortalezca.
Ahora adelantándose a datos que ofrecen institutos como el INEGI, donde en la segunda semana de cada mes ofrece datos de cómo va nuestra economía, o el Banco de México que entrega el nivel de inflación, o el IMSS, cada tercera semana de cada mes se ocupa de el nivel de empleos creados, busca manejar estos datos a su favor y crear cortinas de humo con sus comentarios
Deberemos recordar que desde cuando se dio a conocer la pandemia de covid-19 en Europa y Asia, muchos analistas, académicos y el sector empresarial pidieron al gobierno federal estableciera una estrategia para poder hacerle frente a ello, esto a través de medidas económicas contra cíclicas que mantuvieran a los sectores productivos y los fortaleciera, pero la respuesta sencilla de López Obrador fue no endeudar al país.
Esta postura, de ahorrar dinero causo un rápido y elevado nivel de contagios y lamentablemente hasta ahora una cifra importante de fallecimientos, lo que ha resultado que México este entre los países que peor manejaron la situación obteniendo índices de mortalidad muy altos.
Si a esto le sumamos la cantidad de pobres que se incrementaron en 17 millones y 4 millones en pobreza extrema, nos muestra que, si hay una preocupación de AMLO, pero esta es más de índole político que económico.
Le preocupa que su imagen se vea opacada por estas cifras durante la segunda mitad de su sexenio y sea un factor determinante en la continuidad de su proyecto denominado la 4T
Porque entiende que, desde hace unos meses, la mayor preocupación de los mexicanos vuelve a ser el bolsillo: empleo, la inflación, la pérdida del poder adquisitivo de sus ingresos.
Ahora buscará a través de este espacio en su conferencia mañanera desaparecer esta percepción e intentar vender un sueño maravilloso a millones de mexicanos donde la pobreza no es más que un elemento para entender nuestras necesidades y por ello deberemos confiar en la 4T que lo resolverá.
De esta forma eliminará en cada conferencia los números negativos y los volverá como parte de un proyecto que solo se consolidará en los próximos años. Mantendrá la esperanza de un futuro mejor a largo plazo, el problema no será que lo haga, sino que la gente viendo la situación, no vean la forma en la cual se pretende ocultar la realidad.